Necesitamos el Derecho a Reparar
Creemos que la propiedad debe ser absoluta. Si compraste algo, debes tener el derecho a usarlo, modificarlo y repararlo cuando, donde y como quieras, sin hacer preguntas. La AIMPB tiene en su misión apoyar a todas las organizaciones de Europa, Asia, América y Oceanía, que luchan por este derecho para asegurarnos de que puedas hacerlo. Cualquier noción de un futuro sustentable debe incluir opciones de reparación.
Los obstáculos comunes a la reparación incluyen los requisitos de utilizar solo los servicios de mantenimiento del fabricante, las restricciones en el acceso a herramientas, partes y componentes, propios y de terceros, y las barreras de software y documentación.
Muchos fabricantes restringen el acceso a las piezas y herramientas, negándose a ponerlas a disposición de cualquier persona que no sea el taller de reparación de sus propios distribuidores. Este tipo de control crea un monopolio de las reparaciones, excluyendo a los talleres independientes de las reparaciones y permitiendo a los fabricantes fijar precios artificialmente altos. No es una coincidencia que la reparación de una suspensión cueste a menudo aproximadamente la mitad del coste de una nueva. La llamada "regla del 50%" es un punto arbitrario (pero citado a menudo) en el que muchos clientes optarán por reemplazar en lugar de reparar. Además de controlar las piezas, la mayoría de los fabricantes se niegan a publicar las instrucciones relacionadas, instrucciones que ya han creado para su uso interno. Retener la documentación de reparación hace que las reparaciones por cuenta propia sean más difíciles y más costosas.
Bloqueo de piezas de terceros.
Algunos fabricantes van incluso más allá de restringir el acceso a las piezas originales y bloquean de hecho las opciones de terceros tachandolas de "piratas" o "no avaladas". Estas alertas engañosas y limitaciones artificiales erosionan la confianza en la reparación independiente de alta calidad y profesionalismo, lo que hace que los clientes vuelvan al monopolio de la reparación del fabricante.
A quién beneficia el Derecho a Reparar?:
A los ciclistas
Como ciclista usted no se ve obligado a utilizar piezas y servicios de reparación del fabricante, a menudo pagando precios mucho más altos por reparaciones que podrían haberse realizado con piezas de terceros, con herramientas de terceros y con insumos de terceros que muchas veces son de igual o mejor calidad a las autorizadas por el fabricante.
A todos los talleres
Los talleres de reparación independientes podrian utilizar soluciones de reparación de terceros, y acceder a manuales técnicos ya existentes o repuestos y herramientas necesarios paa la reparación, evitando así generar pérdidas de servicios por desabastecimientos, pérdidas de tiempo y dinero para el taller y el cliente final.
A las propias marcas
Cada vez más y más marcas de componentes y bicicletas se unen al movimiento, lo que va a dejar en rezago a las marcas que insisten en "cerrar" sus servicios de post venta. Estas últimas no podrán competir con mantenimientos mas económicos, tiempos de vida útil más largos y redes de servicio técnico más amplios de las marcas que se acojen al derecho a reparar.
A la profesión
Una profesión como la Mecáncia de Bicicletas no puede basarse en servicios de cambio de componentes más que en los de reparación de los mismos. Si cada desperfecto se soluciona con un cambio de parte, debido a la imposibilidad de reparar, la actividad ciclística se vería insostenible en el tiempo. La longevidad de la bicicleta es prueba de la importancia de su reparabilidad.
